Sensibilidad, sencillez y
talento son los fundamentos de su obra. Agnóstico, curioso, anarquista y
trabajador incansable sólo creía en la fuerza de la naturaleza.
Su producción extraordinaria
lo convierte en uno de los escultores españoles esenciales del siglo XX.
Nacido en el año 1910 en
Cerecinos de Campos, provincia de Zamora, desde muy joven muestra unas dotes
asombrosas para la escultura, que se desarrollan con el aprendizaje del oficio.
Su estancia en el taller del
imaginero Ramón Núñez completa su formación adquiriendo una gran destreza en
los trabajos de talla.
En 1927 ingresa en la
Academia de San Fernando, becado por la Diputación Provincial de Zamora. Tres
meses después, y por el hastío que le producen las enseñanzas teóricas a quien
ya dominaba la técnica, abandona los estudios.
A finales de la década de
los 20 comienza a entrar en contacto con las vanguardias. Las obras de Gris,
Miró, Picasso, Hugue, Cosio, Bores y Dalí, en la exposición celebrada en el
Jardín Botánico de Madrid, en Marzo del 1929, le producen una gran impresión,
aunque de ésta no se deriva una modificación trascendental de su escultura.
A partir del año 1933, la
presencia en su vida de Mercedes Guillén y la convulsión cultural y social de
aquellos tiempos modelan su personalidad y generan una evolución importante de
su obra.
Las visitas al museo
arqueológico producen en él una impresión determinante pues a partir de ese
momento comienza a manifestarse la ruptura con las raíces académicas.
En 1938, en plena guerra
civil muere su padre en un bombardeo, que además destruye su taller.
En la primavera del 39, Lobo
llega a París, y con el amparo de Picasso conoce a algunos de las más
importantes figuras del momento como Julio González, Pevsner y sobre todo Henri
Laurens.
El contacto con las
vanguardias da lugar a una búsqueda compulsiva con los correspondientes
vaivenes estilísticos. La protección y generosidad de Henri Laurens fue para el
artista más importante que su influencia.
En 1946 disfruta de las
primeras vacaciones, el primer contacto con el aire libre, con la vida. Ello le
permite contemplar el juego de las madres y los hijos. Esta visión es el origen
de una serie importantísima en la obra del Escultor, las maternidades, en las
que expresa el movimiento, el juego, la libertad, la ternura, los contrastes
sorprendentes entre la estabilidad y el dinamismo:
“Mi trabajo actual es como
siempre, figurativo; es decir, abstracto. Parte forzosamente de una figuración.
Se hace abstracción que se simplifica, que se sintetiza. Y por simplificar esa
realidad entiendo concentrar la emoción con el fin de sentirla y
comunicarla más directamente….”
A partir de los años 50 la
obra se va haciendo más extrema, aproximándose a resultados en el límite de la
abstracción, en los que podemos observar la síntesis de sentimientos que
relacionan las figuras y en cierto modo la exaltación de la vida frente a los
tiempos pasados en los que la muerte había sido una presencia permanente.
“En la etapa más radical de
los 50, las figuras de Lobo permanecerán en todo momento, por muy diversos que
sean sus ejes de desplazamiento frente al naturalismo, esencialmente fieles a
una lógica anatómica, sobre la que se asienta la fascinación clasicista”.
(Fernando Hucici)
En los 60 Arp y Brancusi, se
convierten en las principales referencias, y en algunas de las obras se
reconocen citas, que son en general, más conceptuales que formales.
La simplificación convierte
sus obras en esquemas volviendo a territorios de naturalismo. En este periodo
se aprecian transformaciones en las que se observa una búsqueda intensa de la
modernidad, pero manteniendo como eje de referencia constante el desnudo
femenino. Las figuras son frontales, pueden ser rodeadas con la mirada y están
concebidos para serlo.
En los años 70 las piezas
tiene un nuevo carácter, el movimiento, que consigue con ondulaciones
aparentemente casuales, pero que aportan a las esculturas una extraordinaria
energía. “Resulta difícil no maravillarse ante su facilidad para dilatar la
piedra o el bronce con un vitalidad y una energía que apenas se encuentran”.
Gaston Diehl
La extraordinaria serie de
las maternidades y los fragmentos del cuerpo humano, los torsos en los que se
acerca a la abstracción renunciando a su obsesión clasicista, citan y en muchos
casos superan a los mejores de sus contemporáneos.
En 1993, y en plenitud
creadora muere en la ciudad de París a los 83 años de edad.
Premios
Su reconocimiento
internacional premios y distinciones
Premio André Susse de
Escultura (1958)
Premio Jacques Lenchener
(1974)
Premio Oficial de las Artes
y las Letras (Francia, 1981)
Orden Andrés Bello del
Gobierno de Venezuela (1989)
Medalla de Oro Susse Fréres
Fondeul
Premio Nacional de Artes
Plásticas de 1984
Premio de Castilla y León de
las Artes de 1985
Exposiciones
2009. "Baltasar Lobo en
el Museo de Bellas Artes de Asturias", Museo de Bellas Artes de Asturias,
Oviedo, Asturias
2006. Galería Leandro
Navarro, Madrid
1997. Fundación cultural
Mapfre Vida, Madrid
1995. Centre d’Arts
Plastiques, Royan Iglesia de la Encarnación, Zamora
1994. Galería Leandro
Navarro, Madrid
1993 Galería Freites,
Caracas
1992. Kunsthalle,
Tübingen,Museo de Arte de Umeda, Osaka Museo de Tokio, Tokio
1989. Galerie Nichido,
Tokio, M.A.C. de Caracas, Caracas
1988. Galerie Daniel
Malingue, París
1986. VIII Bienal Ciudad de
Zamora.
1985. Galerie Nathan,
Zürich.
1984. Alcaldía, Cerecinos de
Campos, España, Sala de Exposiciones, Caja de Zamora
1981. Galería Freites,
Caracas
1980. Galerie Appel und
Fertsch, Frankfurt,Galerie Paul Valloton, Lausana,Galería Italia, Alicante
1978. Musée
Toulouse-Lautrec, Albi, Francia
1977. Galerie Kutter,
Luxemburgo
1976. Galerie Nathan, Zürich
1972. Galerie Im Rathaus
Tempelhof, Berlín. Galería Theo, Valencia
1971. Retrospectiva, Maison
de la Culture, Bourgues, Francia
1970. Galería Theo, Madrid
1968. Fundación Mendoza,
Caracas
1966. Galerie Villand &
Galanis, Paris
1964. Galerie Villand &
Galanis, Paris
1962. Galerie Villand &
Galanis, Paris
1960. Retrospectiva, Museo
de Arte Moderno, Madrid
1958. Museo de Bellas Artes,
Caracas
1957. Galerie Villand &
Galanis, Paris
1955. Museo de Bellas Artes,
Caracas
1953. Galerie Evrard, Lille
1951. Galerie Blanche,
Estocolmo
Al
Aire Libre
Madre y Niño, 1947. Plaza de
los Momos, Zamora.
Mère et enfant, 1947. La
Ciotat, Francia.
A los españoles muertos por
la libertad, 1948. Annecy, Francia.
Maternité, 1953. Ciudad
Universitaria de Caracas, Venezuela.
Stella, 1956. La Guaira,
Venezuela.
Nú, 1961. Jardín de
Floralíes, Paris, Francia.
Stella, 1972, Parque del
Castillo, aledaños del Museo Baltasar Lobo, Zamora.
Al aire libre, 1980, Parque
del Castillo, aledaños del Museo Baltasar Lobo, Zamora.
Homenaje al poeta León
Felipe, 1983, Parque León Felipe, Zamora.
Corsuelles, 1946-1968,
Jardines del Castillo, cerca del Museo Baltasar Lobo y la Catedral, Zamora.